Solemos llegar unos 10 o 15 min antes de la hora planificada para preparar todo el material, herramientas y luces.
Lo ideal es que antes de empezar con el servicio, antes de que lleguen los fotógrafos y empiecen los nervios reales, se abone lo que falte por pagar y una vez terminado nuestro trabajo (y mientras os están haciendo fotos) no os tenemos que molestar.